Evolución y adaptación. El Banco de los Pobres, los bancos comunales y los créditos solidarios. Parte IV. Grupos Solidarios

Gabriel Villavicencio Bedoya. Con la tecnología de Blogger.

Top Menu

miércoles, 28 de agosto de 2013

Como ya les comenté en otro post, partiendo de los logros alcanzados por el Banco Grameen, se buscó desarrollar metodologías crediticias que compensaran la debilidad de la situación económica de las personas más pobres a través del “peer lending” (préstamo de personas en su misma situación) y del “peer pressure” (presión de grupo).

Los bancos comunales es la metodología más importante que recoge estos dos mecanismos, y genera beneficios más allá de únicamente el plano económico al empoderar y capacitar a sus miembros. Sin embargo, lograr capacitar grupos humanos para que desarrollen el peer lending es bastante costoso, toma tiempo y se asume un gran riesgo, por lo que la utilización de esta metodología está por lo general asociada  a ONG’s.
Siendo esto así, se buscó implementar otra metodología que permita acceder a los sectores marginados de la sociedad al crédito sin que sea necesario incurrir en altos costos para que pueda ser masificado.

Los principales retos que la nueva metodología debía superar para esto son consecuencia de la informalidad en economías de subsistencia: la falta de reconocimiento del derecho de propiedad, piedra angular de la banca tradicional como forma de garantía; y la falta de información fidedigna de los ingresos de los potenciales clientes.
 A esto, hay que sumarle que el costo que asumen las entidades crediticias para llegar a estos clientes y del tiempo que ocupan sus analistas para evaluarlos, versus el retorno de créditos de entre S/. 500 y S/. 2,000 en cortos plazos a bajas tasas de interés.

En este contexto, se crearon los créditos a los grupos solidarios. Al igual que en los bancos comunales, se busca crear grupos de personas que mantengan algún vínculo (laboral, distrital, etc.) para que exista la presión entre pares y el apoyo mutuo.
Sin embargo, a diferencia de los anteriores, en esta metodología los créditos son entregados directamente por la entidad financiera a cada uno de los integrantes del grupo, el cual es responsable por su pago, pero que a su vez es fiador solidario de cada uno de los otros miembros de su grupo.

Esta situación, hace que se reduzcan los costos relacionados con: la evaluación, la gestión y la recuperación de los préstamos; ya que al cada miembro ser garante de todos los demás, estos van a ser los principales interesados en que sólo entren al grupo personas responsables, con lo que se reduce el costo de análisis.
Asimismo, al ser un grupo humano unido es más fácil organizar reuniones grupales periódicas para ver cómo van los pagos, y de ser el caso, realizar actividades de apoyo a las personas que por motivos coyunturales no vayan a poder cumplir con su siguiente cuota (polladas, colectas, préstamos, etc.), y en las cuales el tesorero del grupo puede realizar el cobro de la siguiente cuota de los créditos.

En mi caso en particular, fue el primer producto que me encargaron desarrollar y en el cual pude desarrollar más experimentos para tratar de ajustarlo lo más posible a la particular idiosincrasia peruana.
En los siguientes posts les cuento algunas aventuras y anécdotas que me pasaron desarrollando y promoviendo este producto.      

0 comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Blogger news

Blogroll